Hoy, 31 de diciembre, conmemoramos a Santa MELANIA LA JOVEN, Penitente.

SANTA MELANIA LA JOVEN (383-439) nació en Roma, en el seno de una familia aristócrata.

Santa Melania la Joven nació heredando dos longevos linajes. Era hija del senador Valerio Publicola, de la gens Valeria, y de Celonia Albina, de la gens Celonia, ambas familias de gloriosa ascendencia en Roma.

Por otro lado, también era nieta de Santa Melania la Anciana. Hasta su juventud, Santa Melania la Joven vivió en el palacete que su padre poseía en el centro de Roma.

Siendo una muchacha tuvo oportunidad de conocer a San Jerónimo y al papa San Dámaso, quienes influyeron hondamente en su espíritu.

A los 14 años, Melania se casó con un primo suyo por el lado de la gens Valeria llamado Piniano, quien también alcanzaría la santidad.

Procrearon dos hijos, pero ambos fallecieron de tierna edad. Por eso, a los veinte años Santa Melania la Joven le transmitió a su esposo sus deseos de vivir una vida ascética y monástica. Él estuvo de acuerdo.

Así fue como se retiró a vivir en una villa de su familia cerca de Roma, llevándose a todos sus sirvientes. Cuando sus padres se enteraron se molestaron sobremanera, y sólo la intercesión de Santa Melania la Anciana por su nieta consiguió que respetaran sus acciones.

En 406 Santa Melania se estableció en Nola, cerca de su pariente lejano San Paulino, pero en 408, ante la invasión de los bárbaros, prefirió mudarse a las fincas que su familia poseía en África, en 410.

Ahí precisamente conoció a San Agustín, con quien mantuvo una amistad muy sólida. En esta peregrinación, Santa Melania la Joven iba acompañada de Piniano, su cónyuge, y de su madre, Albina, además de por un centenar de sirvientes.

Esta peculiar comunidad monástica prosiguió luego por Egipto, cuna del monaquismo oriental, donde Santa Melania aprendió mucho sobre el modo de vida de los monjes egipcios.

La peregrinación terminó en Jerusalén; ahí Santa Melania se estableció para llevar una estricta vida eremítica, y mandó construir una pequeña celda al pie del Monte de los Olivos, un lugar privilegiado por muchos otros ascetas.

Luego de que Piniano, su esposo, falleciera en 431, Santa Melania la Joven fundó un monasterio femenino en un lugar muy aislado, seguido de otro masculino años después; ambos dotados de reliquias de santos mártires, así como de extrema severidad, al estilo egipcio.

Al final de la vida de Santa Melania la Joven, la inmensa riqueza que alguna vez poseyó terminó siendo distribuida íntegramente entre los pobres.

El culto a Santa Melania la Joven comenzó casi de inmediato en Oriente, mientras que en Occidente se dio apenas a partir del siglo IX. De manera oficial, su culto fue aprobado en 1908 por el papa San Pío X.

SANTA MELANIA LA JOVEN nos enseña que la voluntad puede conducirnos a una vida virtuosa.

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